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martes, 3 de diciembre de 2013



El exceso de velocidad aparece como la causa del descarrilamiento de Nueva York



Descarrilamiento mortal de un tren en Nueva York





El tren que descarriló el domingo en Nueva York, a la altura del Bronx, circulaba a 132 kilómetros a la hora cuando debía tomar la curva a un máximo de 48. El exceso de velocidad se produjo ya antes. El tramo anterior sólo permitía ir a un máximo de 112 kilómetros por hora.

Así lo ha explicado este lunes por la tarde Earl Weener, responsable de la agencia (NSTB) que investiga este accidente en el que murieron cuatro personas y otras 63 resultaron heridas.

Weener no despejó la duda que persiste. No se pronunció sobre si se trató de un error humano, o bien el sistema de frenado falló. Este es el asunto que deberá resolver el análisis de todos los datos y de las declaraciones de los implicados.

Sin embargo, el hecho de que la velocidad previa a la curva ya fuera superior a la permitida da que pensar en la responsabilidad del conductor. Además, según Weener, “no tenemos constancia de problemas o anomalías en los frenos”.

Esta es la información preliminar con la que trabajan los expertos, lograda a partir de las cajas negras, de los vídeos registrados por las cámaras instaladas en un puente próximo y en una primera entrevista oficial al maquinista, identificado como William Rockefeller. Al conductor, que ya salió del hospital el mismo domingo, a las horas de descarrilamiento, también le han practicado la alcoholemia, pero Weener indicó que todavía no tenían los resultados. El maquinista comentó a los servicios de emergencia que vio que iba muy rápido y que apretó el freno. Aunque les dijo que el tren perdió velocidad, no fue lo suficiente para evitar salirse de las vías.

Desde el primer momento se apuntó al exceso de velocidad a partir de las declaraciones de los testigos más directos, en este caso los viajeros y víctimas del descarrilamiento. Los que iban en el interior de los vagones aseguraron que el convoy iba demasiado rápido al tomar la curva.

A pesar de las cautelas, a primera de este lunes las autoridades empezaron a expresarse en ese mismo sentido. En diversas entrevistas en televisión, el gobernador Andrew Cuomo aludió al ese exceso de velocidad como la causa más probable. “Es una curva difícil –insistió- pero lleva años allí”, remarcó para incidir en el asunto de la velocidad.

En el lugar del siniestro empezaron a trabajar las grúas para sacar los siete vagones y facilitar la reparación de ese tramo y reabrir la línea. Ya habían revisado el lugar en busca de pruebas y hallado las cajas negras.

El descarrilamiento ha puesto en primer plano los problemas que se registran en esta línea que conecta el norte con Nueva York. El pasado julio ya descarriló un mercancías y diversos informes alertaron de negligencias y déficits en el mantenimiento del trazado

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